SOLUCIONAR LA CONGESTIÓN VEHICULAR REQUIERE DE VARIAS ACCIONES, COMO MEJORAR EL TRANSPORTE PÚBLICO E INVERTIR MÁS EN OBRAS DE INFRAESTRUCTURA.
En entrevista con LEÓN Servicio Automotriz, el arquitecto y urbanista se refiere a los problemas de congestión vial en Santiago y en otras zonas de Chile. “El problema en las regiones es que existen muy pocas vías que recorran la ciudad completa y conecten el centro. Y como son las más relevantes, se saturan y afectan todo el sistema”.
Atrasos, contaminación; mayor consumo de combustible y altos niveles de estrés, son causas de los tacos en las grandes ciudades. Iván Poduje, arquitecto de la PUCV (Universidad Católica de Valparaíso) y magíster en Desarrollo Urbano UC, lleva más de dos décadas estudiando transformaciones urbanas. Y sobre los problemas viales que se producen en los accesos a los centros de empleo y servicios más relevantes de la capital explica: “La mayor congestión se distribuye en las comunas de Santiago, Providencia y Las Condes. Las rutas más afectadas son las costaneras norte y sur, Andrés Bello, la Norte Sur y otras vías que comunican este centro metropolitano con comunas de alto crecimiento como Maipú, La Florida. Puente Alto o Colina”.
En Santiago se ha producido un aumento de los tacos en horas punta debido al incremento del parque automotriz, ¿Es la principal causa?
La más importante es el aumento del parque automotriz y la pérdida de pasajeros que se produjo en el transporte público producto de la pandemia. Eso no se ha logrado recuperar. A ello agregaría la falta de inversión en obras de infraestructura, especialmente en regiones donde el déficit es muy severo.
Hace algunos años se realizó en Santiago una propuesta para la descongestión vehicular: La determinación de vías segregadas, reversibles y exclusivas. Ellas pretendían un ordenamiento para los automóviles y categorizarlos según las orientaciones de viajes en los horarios de mayor congestión. Sin embargo, hoy este sistema ya no es suficiente para palear el aumento del tráfico vehicular.
Son cosas distintas. Las vías reversibles funcionan, pero son pocas y se orientan principalmente al auto. Las vías segregadas o exclusivas son para el transporte público, pero su efecto es menor; ya que la demanda de pasajeros ha migrado al auto y son usadas por los taxis, lo que limita la capacidad. Las vías reversibles podrían ampliarse y tendrían efectos positivos. Pero el gran cambio es tratar de diferir los horarios de entrada y salida. Eso podría reducir de mayor manera la congestión, mientras construimos las obras viales que faltan.
Expertos coinciden que la congestión se evita a partir de una mejora en el transporte público, sobre todo apuntando a una mayor red de líneas de metro. ¿Concuerda con esto?
Estoy de acuerdo en términos generales, pero sin descuidar otros modos. Acá no existen balas de platas. Debes reforzar el transporte público, con foco en metro y trenes, pero tienes que ampliar la capacidad vial, mejorar la intermodalidad (facilitar de combinar autos con trenes o buses) y la peatonalización. Densificando corredores de transporte para que más gente viva cerca del trabajo. Y construir proyectos que faltan como el anillo orbital de Santiago, una alternativa a la costanera en Antofagasta o Valparaíso y Viña. En cada región hay proyectos viales pendientes.
La tarificación vial es una fórmula que se implementó por primera vez en Singapur en el año 1975, debiendo los usuarios de automóviles cancelar un sello que les permitía entrar a la ciudad. ¿Esto resultaría en Santiago?
Es una medida muy impopular y de difícil fiscalización. No creo que esté el horno para bollos en Chile ahora, sobre todo porque el auto ha crecido hacia clases medias y sectores populares que resentirían el cobro. Podría funcionar en un anillo próximo al centro, pero acotado y siempre que entregue opciones para que quienes se mueven en auto puedan combinar con otros modos o tener alternativas reales.
Una de las situaciones a la hora de los tacos, es la cantidad de vehículos estacionados en las calles. Esto disminuye la cantidad de pistas para un transporte más fluido. Una de las soluciones, según especialistas, pasaría por liberar una mayor cantidad de espacio en las superficies. ¿Sería necesario restringir los estacionamientos de superficie e incentivar los estacionamientos subterráneos?
Este problema se produce en todas las ciudades del mundo. Esto es muy difícil de resolver, ya que los edificios no tienen los estacionamientos que se requieren; ya sea porque son antiguos, el caso de París, o porque eran viviendas sociales, como en Santiago. Lo que sí puedes hacer es evitar el estacionamiento asociado al empleo; que es estacionarse cerca de la oficina y dejar el auto todo el día parado. En eso puedes lograr avances tarificando con parquímetros o fotos.
Asimismo, la masiva vuelta a la presencialidad tras la pandemia, tanto laboral como escolar, ha provocado un aumento en la congestión vehicular en regiones como Coquimbo y Concepción. ¿Cómo ves este panorama?
El problema en las regiones, es que existen muy pocas vías que recorran la ciudad completa y conecten el centro. Y como son las más relevantes, se saturan y afectan todo el sistema. Es lo que ocurre en Antofagasta con la costanera o en La Serena Coquimbo con la Panamericana. Además, tienes conflictos entre ciudades y comunas colindantes que se transformaron en ciudades dormitorio y que tenían una vialidad muy precaria. Es el caso de Rancagua con Machalí, Talca con San Clemente o Concepción con San Pedro de la Paz.
Y concluye: “Otro problema son las barreras geográficas que limitan la conectividad o generan cuellos de botella, como ocurre con las terrazas de Puerto Montt, los cerros del Gran Valparaíso o el Bío Bío en el Gran Concepción, donde la solución pasa por habilitar más puentes y rutas alternativas a las vías más usadas.